El pueblo andaluz nunca ha tenido
una reivindicación de carácter identitario o separatista, sino que su hecho
diferencial ha sido la lucha por la igualdad, y el enfrentamiento con los que,
desde dentro y desde fuera impedían o impiden la consecución de este
objetivo.
Andalucía es imprescindible para
la transformación del conjunto de los pueblos de España. Ningún otro lugar del
estado tiene en su historia una conjunción tan natural entre las
reivindicaciones de clase y las aspiraciones autonomistas. Nuestra lucha, es y
será, la lucha de la izquierda frente a la derecha.
De ahí la importancia que tiene
hoy para Izquierda Unida y para el conjunto de Andalucía defender el Estatuto y
no dar ningún paso atrás frente a quienes pretenden vaciarlo de contenidos,
largamente esperados y trabajosamente conseguidos.
Por esa razón estamos convencidos de que el
#28F las calles y las plazas de Andalucía serán un clamor en demanda de
Empleo, contra la corrupción y por su dignidad como pueblo.
Andalucía, en
Rebeldía, en defensa de sus derechos, contra la dictadura de los
mercados.
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