Camino de concluir ayer domingo la última marcha
conmemorativa de la “Desbandá” de 1937, precisamente en “El Ingenio” de la
ciudad de Almería, el alcalde del PP ofendió gravemente a las miles de víctimas
que cayeron en la emboscada golpista cuando huían de los bombardeos de Málaga
hacia Almería.
Rodríguez Comendador, que así se llama este
personaje, ha dicho que “dedicarse a esto de la memoria” son “monsergas y
chaladuras” y que aquella masacre no es digna de ser conmemorada ni tiene
sentido que a sus víctimas se las honre. Piensa igual que Queipo de Llano cuando
arengaba al Tercio de África para asesinar sin piedad a los que se refugiaban de
los bombardeos en las montañas.
“Ya está bien de tonterías” ha insistido
Comendador. Aquel genocidio, el mayor hasta aquel momento de la historia de
Europa, le tiene sin cuidado al actual alcalde de Almería que no le parece
importante la carnicería que conmemora la Junta de Andalucía, de la mano de la
Dirección General de Memoria Democrática que busca con esta conmemoración,
precisamente, evitar que caiga en el olvido este trágico episodio de nuestra
historia. Ese delito de lesa humanidad y, por tanto, imprescriptible, tiene que
ser recordado para cumplir con las víctimas que exigen verdad, justicia y
reparación.
Por eso en menos de un mes la Junta de Andalucía
declarará más de 60 nuevos “Lugares de Memoria” en los que se acredite y se
recuerde la represión de miles de andaluces y su resistencia y se condene a los
agresores de la democracia. Serán propuestas que elevará al gobierno andaluz su
Vicepresidente, Diego Valderas.
Desde esta hoja exigimos al alcalde de Almería
respeto a las víctimas de la “desbandá” de 1937 así como que retire
inmediatamente sus palabras porque ofenden gravemente a la memoria democrática.
Alguien que es capaz de insultar a quienes homanejean a los miles de muertos por
una acción golpista no merece ser un alcalde democrático. Alguien que resta
importancia a la muerte de las víctimas se está situando directamente del lado
de los asesinos y lo mínimo que puede hacer es pedir disculpas por esas
miserables palabras y reconocer la grave ofensa que sus declaraciones
significan.
Alguien como Comendador que cree que “esto de la
memoria son monsergas y chaladuras” merece todo el desprecio de los demócratas.
Alguien, como el Presidente del PP-A, el Sr. Zoido, debería de desautorizarlo
inmediatamente y considerar su retirada de la vida pública, porque aleja a su
partido de la esencia misma de la democracia ubicándolo todavía en la más pura
esfera del franquismo genocida.
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